
NUNCA FUI GAUCHO DORMIDO - Ranchera
Vamos dentrando recién
a la parte más sentida,
aunque es todita mi vida
de males una cadena:
a cada alma dolorida
le gusta cantar sus penas.
Nunca jui gaucho dormido,
siempre pronto, siempre listo;
Yo soy un hombre ¡qué Cristo!
que nada me ha acobardao,
y siempre salí parao
en los trances que me he visto.
Dende chiquito gané
la vida con mi trabajo,
y aunque siempre estuve abajo
y no sé lo que es subir,
también el mucho sufrir
suele cansarnos, ¡barajo!
En medio de mi inorancia
conozco que nada valgo;
soy la liebre o soy el galgo
asigún los tiempos andan;
pero también los que mandan
debieran cuidarnos algo.
Para mí el campo son flores
dende que libre me veo;
donde me lleva el deseo
allí mis pasos dirijo;
y hasta en las sombras, de fijo
que adonde quiera rumbeo.
¡Tal vez no te vuelva a ver,
prenda de mi corazón!
Dios te dé su proteción
ya que no me la dio a mí;
y a mis hijos desde aquí
les echo mi bendición.
José Hernández– Cuti Carabajal